La provincia de Alicante, posee una rica historia en la producción de aceite de oliva que se remonta a la antigüedad. Este producto no solo es esencial en la gastronomía local, sino que también es un pilar importante de la economía y la cultura alicantina.
El cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva en Alicante tienen sus raíces en la época romana. Los romanos introdujeron y expandieron el cultivo del olivo en toda la península ibérica. Los primeros indicios de la existencia de una producción oleícola se documentan en el siglo I a.C, parece funcionar un enclave aceitero en la zona de Elda.
En la provincia de Alicante , podemos encontrar lugares de producción oleícola que están activos en el Alto Imperio, si bien algunos parecen originarse a finales del siglo I a.C como Elo ( EL Monastril), El Melic y el Puente II ,en Elda, y de Candela , en Cañada. Posteriormente en siglo II o la primera mitad del III d.C. se citan indicios de producción en Villena (Poveda Navarro, A. M. 2015).
Hay evidencias, testimonios y citas sobre el aceite de oliva en la provincia a través de algunos apuntes históricos (Ignasi Grau Mira, Iván Amorós Mira, Josep Maria Segura Martí. 2017, Josep Vicent Cascant i Jordà. 2021):
Durante la dominación islámica (711-1492), se perfeccionaron las técnicas agrícolas y se intensificó el cultivo, dada la apreciación del aceite de oliva tanto en la cocina como en la medicina de la época.
Con la reconquista cristiana y la posterior repoblación, el cultivo del olivo continuó prosperando. Durante los siglos XV y XVI, el aceite de oliva se convirtió en una de las principales exportaciones de Alicante, junto con productos como el vino y las almendras. Este auge comercial fortaleció la economía local y estableció al aceite de oliva como un producto esencial.
Durante estos siglos, el cultivo del olivo se expandió considerablemente. La creciente demanda de aceite de oliva, tanto a nivel local como internacional, impulsó el desarrollo agrícola. La llegada de la industrialización trajo consigo mejoras en las técnicas de producción, como el uso de prensas hidráulicas, que aumentaron la eficiencia y la calidad del aceite.